lunes, 8 de agosto de 2011

¡Quiero un traje de chaqueta!

Cuanta credibilidad da un traje de chaqueta. Aunque seas el mayor gilipollas del mundo, si vas bien vestido eres alguien. Cada vez que veo a las personas arremolinarse frente a la televisión para escuchar a los estirados de la corbata me dan nauseas.

En alguna época de nuestra historia nos inocularon el gen del borreguismo bajo la excusa de una nueva enfermedad rara, que ni siquiera nos afecta. Desde entonces no somos capaces de apartar la mirada cuando las palabras vienen de un señor vestido de traje y corbata. ¿Dónde está nuestra voz crítica?

Un señor ‘bien vestido’ me dio su opinión sobre la forma de vestir de los jóvenes de mi generación. Para este 'Australopithecus vestimensis' somos unos desconsiderados por llevar pantalones cortos, “es de mala educación trabajar con pantalones cortos”. Como se nota que nunca ha estado en el interior de Murcia a las 12 de la mañana clavando picas de cobre, por supuesto, tampoco sabe lo que es trabajar en un almacén de fruta durante las bonitas vacaciones de verano. Siempre daré las gracias a mis exjefes por darme la oportunidad de disfrutar de la educación pública y gratuita.

Lo más ‘gracioso’ no es eso, total, no todo el mundo tiene el privilegio de disfrutar de las vacaciones de verano en 'electricistas sport resort' o en ‘agricultores, ciudad de vacaciones’ pero, que me diga que la justicia muchas veces depende de la forma de vestir del individuo, me da que pensar. Indirectamente está diciendo que la justicia es totalmente proporcional al poder adquisitivo de cada uno.

Necesitaría unas cuantas entradas para explicar toda la historia que salió por su ‘elegante’ boca. Dijo básicamente que un hombre que haya robado lo más nimio, si se presenta ante el juez con su vestimenta habitual, esto es, como el 99,5% de la población, no ofrecerá una buena imagen ante el magistrado, por lo que le mandara a la cárcel directamente. Literalmente, “te ve vestido así y te dice: tira a la cárcel, que tu eres culpable”, en cambio si vas vestido como mandan los cánones te escucha y pone su cara más amable.

Esta reflexión me dejó estupefacto, ¿hay personas que piensan de esta manera?, ¿realmente la justicia funciona así? Me niego a creer esta afirmación, mi razón es taciturna y cree todavía que los ideales de justicia no se han perdido del todo, solamente hay algunos personajes podridos por los estamentos de nuestro estado. Aún así, deja una manzana podrida dentro de una cesta y al poco tiempo echará a perder a las demás.

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