martes, 16 de agosto de 2011

Viaje a la Feria


Un coche viaja entre el bullicio de la ciudad, en su interior, un padre conduce tranquilamente mientras que, por el espejo retrovisor vigila a su hijo de 7 años, que se encuentra en su sillita homologada. Mientras juega con su nuevo juguete de gormiti va mirando por la ventana el ir y venir de coches que sobreviene en las ciudades a diversas horas del día.

- ¡Papi! Dice el niño gritando de emoción

- Dime carlitos, le responde el padre.

- Mira cuantos coches, es como en los dibujos.

- Ya lo sé cariño, espero que no nos pille un atasco.

- ¿Qué es un atasco papi?, le pregunta carlitos

- Es cuando todos los papis de Madrid se deciden a coger el coche a la vez, y como no cabemos todos pues tenemos que ir muy despacito.

- ¡Aaaaa! dice el niño sorprendido

- Mira ves como papi va muy despacito ahora, pues eso es lo que nos está pasando. A ver ahora como llegamos a la feria.

- ¡Jopetas! papi, yo quiero ir a la feria, dice el niño entristecido.

- Y yo también hijo y yo también, pero, a veces, las cosas no van como uno quiere.

- Papi, mira cuantas personas y cuantos colores llevan puestos, seguro que van a la feria como nosotros, dice el niño señalando por la ventana.

El padre gira la cabeza y ve a una gran multitud de jóvenes con sombreros amarillos enarbolando una bandera de España, todos cantan al unísono bajo el sonido de una guitarra.

- Van a otra feria, no a la nuestra cariño.

- ¿Es que hay otra feria papi?, pregunta sorprendido carlitos.

- Es algo parecido pero para mayores, dice el padre mientras vuelve a ponerse en marcha.

- Pues tiene que ser muy chula, porque todos van muy contentos papi.

- Esta muy chula hijo, hay un jefe vestido de blanco, que va en un coche grande de cristal y saluda a la gente.

- ¿Sí?

- El coche es único en el mundo, solo lo tiene él.

- Entonces papi, ¿es más importante que Cristiano Ronaldo?

- Mucho más importante, la gente espera días en la calle a que llegue, a pesar del calor que hace en Madrid.

- ¿Como cuando Lucía fue a ver a ese que sale en la tele?

- ¿A quién te refieres cariño?

- Al Justin ese raro, el que tiene la hermana por toda su habitación.

- Jajajajajajajajaja, se ríe el padre mientras vuelve a detener el coche a causa del atasco.

- Más o menos igual, la verdad es que tienen el mismo mensaje en sus canciones. Solo que uno las dice en inglés y otro las dice en latín.

- Papi

- Dime hijo

- ¿Qué es el latín?, pregunta carlitos mientras coge a su gormiti por las patas y empieza a moverlo como si estuviera saltando por su asiento. 

- Es como el español, pero solo lo usan los curas.

- ¿Por qué solo lo usan los curas?

- Porque así no entiendes lo que te dicen y se sienten importantes, dice el padre mientras reanuda la marcha.

- Papi

- Dime hijo mío.

- ¿Te caen bien esos curas?

- Pues claro que me caen bien hijo, mientras no me digan como tengo que vivir me da igual lo que hagan.

- Entonces papi, mamá te cae mal, porque siempre te está mandando a comprar el pan y te dice que no pongas los pies sobre la mesa.

- Jajajajajajajaajajajajaj, se ríe el padre mientras enfila la última calle hacia la feria.

- Papá ¿por qué te ríes?

- Porque si te escuchara tu madre nos dejaba a los dos sin feria, así que no se lo digas ¿vale?

- Está bien, ¡papi papi papi, mira la feria!, dice el niño apuntando el cartel que hay a un  lado de la carretera.

- Pues vamos allá, pero no te puedes subir en todas las atracciones.

- Papi, no seas así. Si no me dejas subir en todas, le digo eso a mamá, dice el niño mientras se ríe.

- Para tener 7 años si que aprendes rápido. Dice el padre mientras busca aparcamiento.

El coche se encuadra en el aparcamiento destinado a ello. Todos los automóviles de la feria están situados por cuadrantes y en filas, todos bien ordenados, como debe ser en esta sociedad de masas, en la que todo el mundo sigue a alguien sea religioso, cantante, futbolista o cualquier cosa, mientras salga en la pequeña pantalla o  los demás digan que es ‘guay’. Todos somos unos ‘followers’ sin razón y crítica, deberíamos pensar por nosotros  mismos y dejarnos de ‘sentir en masa’.  

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