Todo comienza con la decisión de tus progenitores, no te preguntan si quieres nacer en esta mierda de sociedad, mundo, estercolero, jaula… diversos términos para una misma realidad. Esto que los políticos llaman sociedad desarrollada, porque tenemos el nuevo iphone.
Como la primera decisión no es tuya, te dejan 9 meses de recreo para que te vayas haciendo. Te arrancan del interior de tu señora madre para pegarte una ostia en la cara. Se podrían realizar miles de símiles para esta situación, pero creo que serían una tontería, pues esto es la vida misma, todos los días alguien te despierta dándote una ostia, sea física o psicológica.
La torta en la cara nos aturde unos añitos, así pueden utilizar nuestro cuerpo como el de un maniquí. ¿Hay algo peor que vestir y humillar a un ser que no puede defenderse? Sí, todos los que aceptan esta complacencia y tiran de los cachetes al pobre bebé. Cuando crezca y mire con malos ojos a las abuelas, que constantemente abusaban de su cuerpo, las mirará con odio reprimido y ellas cuchichearan:
- Con lo bonito que era de pequeño.
Sí, era muy bonito, hasta que me deformasteis con vuestros pellizcos, besos y achuchones. ¿Quién toma la decisión? Porque una mano compuesta por una textura parecida a una pasa no es lo mejor para despertar la curiosidad del niño, así que luego ninguno quiere comer pasas.
Pero lo bueno viene al crecer, todo niño desea ser mayor, porque piensa que al hacerlo podrá tomar todas las decisiones por su cuenta. No es consciente de que sí se toman las decisiones por uno mismo, pero sin salirte del camino de ‘baldosas amarillas’, que dicta la banca, tu jefe, tu pareja, tu perro….
Al abandonar los calcetines hasta las rodillas, los pantalones cortos, los jerséis de lana de mama, además de esa ropa que fabrican para acomplejar a los niños y empezar a ‘matar’ su mente, para que sea uno más de la fila. Cuando el arcón de la abuela se llena con la ropa de los niños, un hombre con un gran sombrero negro llega a casa, parece la parca que describen todos los clásicos, pero no es ella.
Es el hombre de la madurez, que trae consigo una hoja de papel en la que describe como tienes que comportarte, vestirte y reaccionar ante las situaciones que vendrán ahora en adelante. Pone unos grilletes de papel en tus manos para que no te puedas mover, caza los pájaros de tu cabeza, los encierra en una jaula y le da la llave a tu jefe, cada vez que intenten escapar los atará más fuerte.
No esperes tener el control de ninguna situación, el ser humano vive bajo la tutela del hombre invisible, aquél que nos dice como tenemos que comportarnos, vestirnos, que tenemos que comprar, cuando podemos irnos de vacaciones. En definitiva como tenemos que vivir nuestra vida. ¿Realmente tomamos alguna decisión por nosotros mismos?
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